domingo, 14 de junio de 2009

Un poema de Fabián Casas

Fabián Casas

LA MIGRACIÓN

Estuve charlando con tu verdugo.
Un hombre pulcro, amable.
Me dijo que, por ser yo,
podía elegir la forma en que te irías.
Los esquimales, explicó, cuando llegan a viejos
se pierden por los caminos
para que los coma el oso.
Otros prefieren terapia intensiva,
médicos corriendo alrededor, caños, oxígeno
e incluso un cura a los pies de la cama
haciendo señas como una azafata.

«¿Es inevitable?», le pregunté.
«No hubiera venido hasta acá con esta lluvia», me replicó.
Después habló del ciclo de los hombres, los aniversarios,
la dialéctica estéril del fútbol, la infancia,
con sus galpones inmensos con olor a neumáticos.
«Pero», dijo sonriendo,
«las ambulancias terminan devorándose todo».
Así que firmé los papeles
y le pregunté cuándo iba a suceder…

¡Ahora! dijo.

Ahora
tengo en mis brazos tu envase retornable.
Y trato de no llorar,
de no hacer ruido,
para que desde lo alto
puedas hallar la mano alzada de tu halconero.





Fabián Casas nació en Buenos Aires en 1965. Publicó Otoño, poemas de desintoxicación y tristeza (1985), Tuca (Ed. Libros de Tierra Firme, 1990), El Salmón (Ed. Libros de Tierra Firme, 1996) y Oda (2001). En el 2001 Ediciones Deldiego publicó Bueno, eso es todo, una recopilación de poemas de Pogo y Tuca.

1 comentario:

  1. A ese poema lo conocía con otro t´tiulo, Los ciclos.
    Este me gusta más.

    Y más allá de eso, es tremendo!

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