lunes, 3 de agosto de 2009

Un poema de Bernardo Atxaga

Bernardo Atxaga


CRÓNICA PARCIAL DE LOS SETENTA

Fue cuando la vida cotidiana derramaba
Cucarachas sobre la gente sin cesar,
Y se lloraba por todas las habitaciones
Bien al estilo Snif, bien al estilo Buá;
Fue cuando se pasaba miedo y se gritaba
Si de madrugada sonaba un timbre o un tiro
Allí por el tercero A, o B, o por error.

Fue cuando nosotros, la juventud en general,
Leíamos pornografía frente a las blancas
Baldosas de los urinarios públicos
Donde, a veces, sangrábamos por la nariz;
Fue cuando el invierno se iba aproximando
Y prometía muertes, no todas ellas naturales;
Cuando en el fondo del corazón, todos deseaban
Una llamada o una carta, y yo también.

Y fue efectivamente el invierno, y hubo ocas
En el cielo volando en forma de uve doble,
Y fue el frío y la lluvia y la huelga general
En medio de una epidemia de gripe asiática;
Y recuerdo un bar que alegó razones comerciales
Para impedir la entrada a dos homosexuales;
Que los mendigos reforzaron sus casas de cartón,
Que las ardillas bajaron del bosque y atracaron
Un supermercado diciendo, Alto, Manos Arriba,
¿Dónde está la caja fuerte de las nueces?

Y después llegaron vagones llenos de silencio
Para luchar calle por calle, casa por casa,
Contra los Sustantivos, contra los Adverbios,
Y yo estuve allí, y fue terrible, qué horror;
Y los dispensarios recetaron píldoras anti,
Los bancos repartieron prospectos de colores
Con el lema de Ora, sí, pero sobre todo Labora;
Y una tarde, por fin, ella hizo una llamada
Desde muy lejos, y me pareció que sus palabras
Eran de amor y con una pizca de sabor a miel;
En aquel tiempo, cuando la vida cotidiana
Derramaba cucarachas sobre nosotros sin cesar,
Y se lloraba por todas las habitaciones,
Bien al estilo Snif, bien al estilo Buá.

1 comentario:

  1. El otro día leyéndote me encontré en tu blog con una perla que me hizo reir un buen rato.

    Jesús dixit: Superman acabó en silla de ruedas. ¿Existe algo más desoladamente poético que esa imagen y ese destino?

    La imagen puede ser poética -como oximorón- pero...el destino... si lo piensas bien... no lo es mucho.

    Estupendo blog. Como tu último libro, por cierto.

    Un saludo desde Lleida.

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