lunes, 23 de diciembre de 2013

Presentación de "Autopsia", de Miguel Serrano Larraz


Miguel Serrano Larraz (Zaragoza, 1977) se dio a conocer con el libro de relatos Órbita (ed. Candaya), que lo colocó en la primera línea de los escritores de su generación. Ahora viene a presentarnos Autopsia (también en Candaya), una novela que tiene algo de retrato colectivo de la primera generación que tuvo acceso a Internet y amplió los mitos privados para hacerlos públicos. Una reflexión sobre la culpa, sobre la venganza, sobre la paternidad.
 
La presentación del libro tendrá lugar el viernes 27 de diciembre, a las 20:00 h. en el Fórum de Fnac Plaza España (Zaragoza). Acompañarán al autor en el acto Jesús Jiménez Domínguez y Jesús García Caballero.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Frecuencias armenias

Por segunda vez, Siranush Karapetyan ha traducido mis poemas al armenio para el periódico literario "Exegan Pox". En esta ocasión, los poemas elegidos son del libro Frecuencias (Visor, 2012): "Frecuencias de onda corta", "Tierra de topos", "The crack in the cup of tea" y "Paréntesis a una cita de Peter Handke". Sumamente agradecido.

lunes, 9 de diciembre de 2013

lunes, 2 de diciembre de 2013

Vida severa, vida serena








Resulta evidente que los años no han conseguido doblegar al poeta indómito e inconformista que siempre ha sido Ángel Guinda. Todo lo contrario. Cuando otros poetas de su generación han buscado con el discurrir del tiempo la misma postura cómoda para sus poemas que para sus cansados huesos, Guinda parece haber hecho oídos sordos a los cantos de sirena de los reconocimientos públicos, rehuyendo una probable poética más suavizada o amable con el lector.

 Este (Rigor vitae), tal cual, amortajado por sus paréntesis, o “crueldad de la vida”, como gusta de explicar el mismo autor, es la prueba bien palpable de que el poeta ha entrado en una suerte de abatimiento íntimo para bien de su poesía, pero en detrimento de su propia paz personal.

Si habitualmente se ha tildado su poesía de existencialista, en este su último libro el tizne es ya, si cabe, todavía más oscuro, negrísimo. Conviven en el libro aquel unamuniano sentimiento trágico de la vida y un padecimiento cívico por el prójimo que sufre cruelmente la turbonada de estos tiempos tan opacos y deshumanizados. Sin embargo, convendría diferenciar en su poesía un existencialismo a la manera de Heidegger (es decir, marcado por un firme pesimismo) y un existencialismo, menos angustioso, con base en Sartre.

En efecto, igual que lo hacía Heidegger, Guinda considera al ser humano como yecto en una realidad abyecta, es decir, arrojado a un mundo sórdido conforme a una existencia que le ha sido impuesta sin previo aviso. En resumidas cuentas, el hombre ha sido abandonado a un callejón sin salida, a un designio fatal: hemos nacido para morir. Así lo dice el poeta en uno de sus versos: “Una lápida oprime mi feroz resistir”.

Sin embargo, el Guinda sartreano asoma no pocas veces cuando contempla al ser humano ya no sólo como yecto, sino como pro-yecto. Es decir, arrojado hacia delante, llamado a la acción, hacia el futuro de sus propios actos. Y si algo hay en la poesía de Ángel Guinda es reacción y acción, activismo cívico en pos del respeto y de la igualdad social: “¡La realidad mata! ¡Tumbad la realidad!”, exclama en uno de sus poemas. Así, frente a una realidad opresora y despótica, el poeta deviene en un insumiso, en un insurgente, se erige en una voz en constante levantamiento: “¡Soy el hombre tornillo!// (¡Voy captando tornillos!)// Clavos, tornillos, ya:/ ¡lancémonos en tromba contra el mazo!)”.

Por tanto, podría decirse que estamos ante un existencialismo de tintes “optimistas” al considerar que todos tenemos un proyecto íntimo que cumplir, por inalcanzable o quimérico que parezca: “Puedo acarrear una carga treinta veces superior a mi peso.// Agotado por el aplastamiento, levanto las persianas de la duda.// ¡Me asomaré a la ventana de las utopías!”

Al fin y al cabo, el existencialismo de (Rigor vitae) es profundamente humanista. No valora a la humanidad por la excelencia de alguno de sus miembros, ni por la supuesta bondad de la humanidad en su conjunto. Es humanismo por declarar que no existe otro legislador que no sea el hombre mismo, por afirmar la libertad y la necesidad de trascender la situación, de superarse a sí mismo, por reivindicar el ámbito de lo humano como el único ámbito al que el hombre pertenece.

En lo formal, mención aparte requiere esa imaginería de corte expresionista que hay en (Rigor vitae), esa deformación de la realidad para expresar de manera más subjetiva la naturaleza del ser humano. Obviamente, no se imita la realidad, sino que se marcha contra ella retorciéndola y desfigurándola hasta el extremo, mostrando su aspecto más terrible y descarnado, enfatizando aspectos como lo siniestro, lo macabro y lo grotesco. Y todo ello acompañado, claro está, de un tono crudo, inflamable y por momentos casi apocalíptico.

 En pocos libros como en (Rigor vitae) he asistido a tanta desatada exclamación de ira, a tanta imprecación furiosa, a tanto grito inconformista: “¡Eh, vosotros, hipopótamos con frac; orangutanes con pajarita, hienas con tacones de aguja; tenias adictas a la ambición! ¡Sí, vosotros: acercaos más, más! ¡Me rajaré el vientre, desenrollaré mis intestinos, los enroscaré a vuestro cuello y os estrangularán como serpientes!”

Otro efecto de su dinámico lenguaje expresionista es el simultaneísmo, la percepción del espacio y el tiempo como algo subjetivo, heterogéneo, atomizado, inconexo. Y todo ello hace de sus poemas una representación simultánea de imágenes y acontecimientos.

Consciente de la decadencia de la sociedad en que vivimos y su necesidad de renovarse, Ángel Guinda utiliza no pocas veces un tono idealista y utópico cuando no profético. Un cierto mesianismo propugna otorgar un nuevo sentido a la vida, una regeneración del ser humano, una mayor fraternidad universal.

Para alborozo de todos cuantos le leemos, Ángel Guinda sigue creyendo firmemente en la facultad de la palabra para alterar y dar un vuelco a un sistema bestialmente injusto con los más necesitados, con los que menos tienen. Su palabra poética es una salvadora venganza contra el poder que nos oprime y nos aliena, pero a la vez una coartada ante la desaparición que la muerte nos tiene reservada a cada uno de nosotros.

JESÚS JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ
Ángel Guinda, (Rigor vitae), Zaragoza, Olifante, 2013
(reseña publicada en el nº 108 de Turia, pág. 446)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Identidad y lenguaje en Dolan Mor









Cuentan que la primera vez que el escritor José Régio, impulsor e ideólogo del segundo modernismo portugués, tenía pensado encontrarse con Fernando Pessoa, éste apareció, como de costumbre, con algunas horas de retraso, declarando ser Álvaro de Campos y disculpando a Pessoa por no haber podido acudir a la cita. Es bien sabido que Pessoa llegó a fabricarse nada menos que setenta y dos heterónimos a lo largo de su vida; pero quizás Ophélia Queiroz, quien en algún momento mantuvo una relación amorosa con alguno de esos 72 Pessoas, le regaló el más significativo: Ferdinand Personne. En francés, el sustantivo “personne” significa “persona”, pero también, como pronombre indefinido, «nadie». De alguna manera, el poeta portugués, al haber creado tantísimas personalidades literarias, había matado al yo o, cuando menos, lo había hecho desaparecer tragado por la multitud.

Algo así parece haberse propuesto el cubano Dolan Mor con su sempiterno proyecto poético que ahora, felizmente, se recopila en Poemas míos escritos por otros (Aduana Vieja, Valencia, 2012). El título es casi un remedo, un guiño o un homenaje a aquellas versiones en euskera de poesía universal que fue Izkiriaturik aurkitu ditudan ene poemak (Poemas míos que he encontrado ya escritos, Pamiela, 1985) de Joseba Sarrionandia.

La obra de Dolan Mor parte del subterfugio de la heteronimia para intentar asaltar diferentes espacios poéticos que tienen en el enigma de la identidad y en la indagación del lenguaje dos de sus cuestiones más destacables.

            Desde su mismo título, Poemas míos escritos por otros parece obedecer a la sentencia rimbaudiana de “Yo es otro” y resulta, por extensión, producto de la fascinación por la máscara autoral, por los juegos especulares (en Espejo Basho los poemas pueden leerse como reflejados en el azogue), por la confusión entre realidad y ficción, por el ocultismo y el esoterismo, por el encriptamiento y el desentrañamiento del lenguaje.

Si los dos primeros libros de Mor (El plagio de Bosternag y Seda para tu cuello) arremetían contra un falso malditismo abusando de la amplificación –habitualmente irónica- de voces miméticas como, por ejemplo, las de Antonin Artaud o Leopoldo María Panero, los tres siguientes (Nabokov’s Butterflies, Los  poemas clonados de Anny Bould y El libro bipolar) se abren camino hacia un ciclo más narrativo, donde el teleobjetivo del francotirador paródico se cierne sobre aquellos que intentan imitar en vano el realismo norteamericano con raíces en Raymond Carver, Bukowski y la mal asimilada literatura beat.

Por el contrario, La novia de Wittgenstein y El idiota entre las hierbas inauguran una etapa que denominaríamos “del lenguaje”. En el primero de esos libros, de evidente calado metapoético, el autor deja a un lado el recurso de la ironía hacia terceros para indagar en la propia naturaleza poética. Es un único y larguísimo poema fragmentado de más de setecientos versos que redunda en pensamientos filosóficos y lingüísticos (a la sombra están Jakobson, Blanchot, Saussure, Heidegger, Derridá, Barthes o Aristóteles) y que, finalmente, parece rendirse a la dictadura del silencio, es decir, a ese último orden totalitario que amortaja al propio lenguaje poético.

El idiota entre las hierbas, aun siendo quizás el libro más autobiográfico del autor, conquista nuevas cotas de experimentación. Dolan Mor termina de arrojar la última palada de tierra sobre esas leyes aristotélicas que plantean cómo debe ser un poema y qué material es susceptible de usarse en su construcción. Pero además de romper con los géneros, Mor acaba con las reglas ortográficas y gramaticales, juega desenfrenadamente con las aliteraciones (“de labio velosino belo al vino”, “la venia de venal vamos vejuino”, “labro en liebre la libra de oro”), inventa nuevos vocablos (“gardeniano”, “clitoral”, “celdanieve”, “trasgueado”), forja identidades imposibles cercanas a la cosificación o el animismo, altera las fronteras temporales y especiales, etc. En resumen, un prodigio de libertad y de valentía en el libre uso de materiales.

En los restantes “libros del lenguaje” (Inversiones, Música Enchiniadis, Espejo Basho, La motonieve, Bajo los tilos, Cámara doble y La dispersión) el autor aún parece ir más allá de las posibilidades: los poemas ya no sólo se leen sino que además se miran. Asistimos a un despliegue de artefactos poético-visuales donde el grafismo cobra un sentido extra: grafías árabes, chinas y japonesas conviven con escrituras especulares y poemas que se leen al revés, de abajo a arriba y de derecha a izquierda.

Poemas míos escritos por otros se cierra con El pabellón dorado, que anuncia una nueva etapa hacia un ciclo “del pensamiento”. Son poemas más contenidos, más simbólicos, afinados y purificados por una ligera brisa zen, y donde se alude al destino fatal del ser humano. Cabe suponer que los siguientes poemarios de Dolan Mor caminarán por esa senda. Aguardaremos, y espero que no mucho.

Decía el escritor, editor y crítico literario Maurice Nadeau que “la poesía no necesita de caballeros que busquen cortejarla, sino de jovenzuelos dispuestos a violarla”. Y esta misma cita que otro outsider, el poeta peruano Mario Montalbetti, tomó prestada para su revista Nubetonta como declaración de intenciones, serviría también a nuestro poeta cubano. A estas alturas el lector ya ha podido percatarse de que Dolan Mor intenta algo parecido: violar, quebrantar, desordenar (con el mismo orden metódico y sistemático de cualquier científico) las reglas poéticas desde el lenguaje y la anonimia. Al fin y al cabo, parece moverle la misma acuciante curiosidad del niño que destripa su caballito de cartón para ver de qué está hecho su interior.

            En este sentido, Poemas míos escritos por otros tiene mucho, muchísimo que enseñarnos. Hay ahí un proyecto de obra total tan ambicioso como brillante. Sin duda, una de las más grandes y arriesgadas empresas poéticas de este tiempo. Así me parece verlo.


JESÚS JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ
 Dolan Mor, Poemas míos escritos por otros, Valencia, Aduana Vieja, 2012
(reseña publicada en el nº 108 de Turia, pag. 453)

lunes, 18 de noviembre de 2013

Wei Yin Wu... (un poema de José María Zonta)


WEI YIN WU…

…calculó que en el siglo VIII acabaría el mundo.
Recogió agua y alimento para seis días
y subió a la montaña.
Al verlo le preguntaron:
–¿Por qué guardas si el mundo acabará?
–El mundo es terco,
estoy seguro que en diez días regresará.
–¿Y dónde estaremos mientras no haya mundo?...
–Cada quien en su casa, sin salir,
bajo riesgo de caer en la nada.
–¿Y los que no tienen casa?
–Si todavía hay gente sin casa
en este tiempo de palacios,
tal vez no merecemos que el mundo regrese.

lunes, 11 de noviembre de 2013

El arte de correr (Dan Pagis)








EL ARTE DE CORRER
(UN POEMA DE DAN PAGIS)

La soledad
del corredor de distancias cortas.

Su respiración alcanza sólo
la mitad del recorrido.

Sólo sus huellas
le siguen con devoción.

¡Venga! Dos rivales y no más:
la pierna derecha y la pierna izquierda.

No hay ganador, ni perdedor.
Puedes pararte a descansar,

irte a casa o, si lo deseas,
seguir corriendo.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 4 de noviembre de 2013

Catedral (Joseph Stroud)


CATEDRAL
(UN POEMA DE JOSEPH STROUD)

Puse la concha boca abajo y esperé a que saliera
el caracol. Tengo mucho que aprender de la paciencia.
Ya no me pregunto adónde marchó el amor
o por qué las noches son tan largas. Issa dice
que las palabras hallarán un camino en la página,
abrirán una senda hacia la mañana.



[Versión al castellano: JJD]

lunes, 21 de octubre de 2013

Poema (Ion Mureşan)


POEMA
(POR ION MURESAN)

Mas yo solo bajo tierra.
Mas yo solo, solo, solo bajo tierra lejos.
Pues la tierra los arrojó a todos.
Escupió a todos entre flores,
en el florido pañuelo de la primavera.
Los expulsó a todos.
Son ahora manchas de sangre en el pañuelo de una bella
señorita tuberculosa.
¡Plof!, los escupió la tierra en la hierba.

Y es justo el día de Resurrección.
Es justo el día del segundo Advenimiento del Redentor.
El Día del Juicio Final.
¡Oh, qué inmenso júbilo!
A todos los sacó la tierra fuera
de sus pulmones,
de sus arcones frigoríficos
donde, Dios, qué bien se han mantenido.

Este es el Día del Juicio Final,
el día en que la carne crece sobre cada hueso,
la carne va posándose en los huesos como el polvo en los muebles.
Este es el día en que la carne resplandece como la Luna.
Es carne segura.
Pues todo ser humano grita de alegría y dice:
"¡Anda, ven a mi carne, donde se está bien y calentito!"

Mas yo solo bajo tierra.
Y en cada huesecillo crece carne.
De modo que la tierra se llenará de hombres
y las aguas de peces
y el cielo de aves
y las jaulas de perros
y la cocina de verano de mi madre se llenará de moscas
(pues también sobre el hueso de mosca crece carne de mosca)
¡oh, qué inmenso júbilo!

Y los que fueron incinerados y no tienen huesos
también se regocijan
pues, según veo desde bajo tierra,
en la hierba se encienden pequeñas lumbres como la llama de cerilla
o grandes como una casa ardiendo,
y esas llamas, plof, no cesan de escupir huesos,
y en los huesos enseguida crece carne,
y en cuanto en alguna parte del mundo aparece una idea,
no tarda en crecer alrededor una cabeza,
y en nada ves la idea repantingada a la sombra de una frente
que antes ni existía.
¡Oh, qué inmenso júbilo!

Mas yo solo bajo tierra.
Crepitan los sagrados estandartes en la brisa nocturna.

Yo solo bajo tierra como un niño con la nariz pegada al cristal.
Yo con la nariz como un caracol pegado al cristal.
Y lo que veo, lo veo por entre la hierba.
Permanezco en la leche dulce y negra de la tierra
soy la única ranita y serpiente y pez y rey
del negro reino.

Mas yo solo, solo, solo, lejos, bajo tierra.
Y ellos bailan en un corro,
en círculos alrededor de Cristo
que está, como un cordero, en medio.
Y lo que veo, por entre la hierba lo veo:
mujeres de piernas delgadas como lápices
y con el sexo como una goma de borrar, acuosa y rosada,
hombres trotando con botas de cuero y herraduras y
cada uno lleva entre las piernas dos tinteros llenos.

Esto llegué a ver,
pues ellos, con Cristo en medio, ascienden a los cielos.
Y yo solo, solo, solo para la eternidad,
el cielo estirado como una cortina negra encima,
el cielo como una cremallera de bragueta cubriéndome los ojos,
solo en la dulce leche de la oscuridad,
solo bajo tierra.
¡Oh, qué inmenso júbilo!

Este es el Día del Segundo Advenimiento.
Y de repente, plof,
la oscuridad escupe un ángel,
un ángel pequeñito,
un ángel escuchimizado,
un ángel diabético,
un ángel albino,
el último angelito recuperador.
Que me agarra de una oreja
me saca a la luz y estoy llorando
y lloro en el aire
con mi oreja entre los dedos de este angelito,
lloro,
porque la oscuridad se queda sola.


[Traducción al castellano: Catalina Iliescu Gheorghiu]

lunes, 14 de octubre de 2013

Las pieles (Dan Pagis)







LAS PIELES
(UN POEMA DE DAN PAGIS) 

Un amplio armario labrado, penumbra, el olor de la naftalina y un ligero perfume. Las pieles de mamá duermen la siesta del verano. Ojos de cristal en la cabeza de un zorro plateado, soñando con el invierno. Me alzaré para siempre en el cuello nevado de mi madre. Ella murió antes de que yo cumpliera cuatro años. Se llamaba Julie y ahora nadie me llama a mí, nadie me busca al caer el día. Estoy con las pieles: ellas me permiten esperar a la nieve.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 7 de octubre de 2013

La canción del divorcio (Joseph Stroud)


LA CANCIÓN DEL DIVORCIO
(UN POEMA DE JOSEPH STROUD)

Amargo el calor del sol y amargos el sabor de la manzana,
la canción, las estrellas y los trigales, amargos el recuerdo,
el claro de luna, la brillante superficie del lago matinal
como el lustre de una perla, amargos el trino del colibrí
y el polen dorado, todos los poemas y su música, la madera del arpa
y el sándalo, amargos las sábanas de seda, el fuego y el matrimonio.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 30 de septiembre de 2013

Cita con Roberto Juarroz


"El poeta es un cultivador de grietas: fractura la realidad aparente, o espera que se agriete, para captar lo que está más allá del simulacro."




lunes, 23 de septiembre de 2013

Misión a las estrellas (Juan Bonilla)


MISIÓN A LAS ESTRELLAS
(UN POEMA DE JUAN BONILLA)

Elijamos pues qué le enviaremos
a los seres ignotos de otros astros
para decirles algo de nosotros.
Si queremos que vengan, Gymnopedias
de Eric Satie, si no, algo de Schöenberg.
Si queremos que vengan cualquier cuadro
de Vermeer y si no cualquiera de
Cy Twombly. Si queremos que no vengan
el Pabellón de Oncología
de cualquier hospital, Morgue de Gottfried Benn
y las fotografías de Salgado.
Si queremos que sí
fotos de Bruce Weber o Sasha Stone.
Si no cualquier mentira de Chillida.
Si queremos que vengan las lolitas
de David Hamilton y las naturalezas
de Catany y las noches de Brassaï,
los marineros de Gregorio Prieto,
la mujer en la playa de Munkacsi,
2046 de Won Kar Wai,
Moby Dick de Melville, Risa en la oscuridad,
La voz a ti debida.
Si queremos que no
cualquier coñazo de Ingmar Bergman o Truffaut,
la falsa gamoneda
con que poetas vacuos envuelven su nada,
el estrépito banal de los celines baboseantes.
Si queremos que sí los calendarios
de Naomi Campbell y de Tyson Beckford
para que se les haga agua la boca
si tienen boca y saben qué es el agua.
Si no, fotos de Stalin y de Margaret Thatcher.
Si queremos que vengan el discurso de Pericles
que registró Tucídides, si no,
los de Adolf Hitler que grabó Leni Riefenstahl.
Tal vez bastara con enviarles
una copa de vino,
unos melocotones
si queremos que vengan.

lunes, 16 de septiembre de 2013

De la muerte y otros asuntos (Aleksandar Ristovic)


DE LA MUERTE Y OTROS ASUNTOS
(UN POEMA DE ALEKSANDAR RISTOVIC)

Desde la infancia me pregunto cuán extraña será mi muerte:
un viejo sedentario sale de la biblioteca del pueblo,
se tambalea y de repente se desploma sobre el césped.

Tengo razones para creer que experimentaré lo que otros ya experimentaron
mientras subo las escaleras con mi cena en una bolsa de plástico,
sin pararme a mirar quién baja llevando un vestido de fiesta y el pelo rizado.

Podría tratarse de una muerte corriente en un tren:
un hombre que contempla colinas y campos nevados,
que cierra los ojos, recoge las manos en su regazo y adiós a cuanto hace sólo un instante admiró.

Intento recordar otras posibilidades y sí, aquí estoy de nuevo,
disfrazado de mí mismo en una empresa próspera y pequeña,
donde, acabada mi copa, caigo al suelo riendo, arrastrando mantel, jarrón y rosas.

Mi muerte, por supuesto, tendría un significado espiritual
de suceder en algún sanatorio de montaña para enfermos mentales
donde unos y otros, gruñones, reñimos en camas con sábanas limpias.

Podría morir de alguna manera muy diferente a la única que anticipo:
en compañía de esposa e hija, rodeado de libros,
mientras fuera un vecino intenta arrancar su coche que la nevada de anoche sorprendió.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 9 de septiembre de 2013

El recuerdo (Dan Pagis)


EL RECUERDO

(UN POEMA DE DAN PAGIS)
La ciudad donde nací, Radautz, en la región de Bukovina, me expulsó cuando yo contaba diez años. Aquel día me olvidó como a un muerto y yo la olvidé también. Ambos quedamos satisfechos.

Cuarenta años después, de repente, me envía un recuerdo. Como esa tía desagradable a quien se supone debes querer sólo porque es pariente de sangre. Sostenía yo una nueva fotografía, la imagen de su último invierno. Un carruaje espera en el patio. El caballo, que gira la cabeza, mira con devoción a un anciano que cierra algo así como una portezuela. Ah, es un funeral. Quedan sólo dos miembros de Pompas Fúnebres: el sepulturero y el caballo.

Pero es un funeral espléndido; con la ventisca, miles de copos de nieve se agolpan aquí y allá, cada uno una estrella de cristal con su propio y exclusivo diseño. De modo que persiste el mismo impulso de ser especial, las mismas ilusiones. Puesto que las estrellas de nieve siguen un patrón único: seis puntas, es decir, una Estrella de David. Pronto se fundirán para convertirse en una simple masa de nieve. En ella mi vieja ciudad ha preparado una fosa también para mí.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 2 de septiembre de 2013

Hacedor (Joseph Stroud)

HACEDOR
(UN POEMA DE JOSEPH STROUD)

Tras una larga vida inclinado sobre su guitarra,
Segovia nos ofrece esta estética del arte: ni más,
ni menos. Cuando te acerques al idilio del espíritu,
ponle frenos. El exceso de música no es música.
Tranquilo. Deja a la palabra hacer su trabajo. Permite
que cada cuerda resuene en el silencio.



[Versión al castellano: JJD]

lunes, 26 de agosto de 2013

Cita con Jorge Luis Borges





"El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: Es envidiable".

lunes, 12 de agosto de 2013

Dejar la poesía (Luis Muñoz)


DEJAR LA POESÍA
(POR LUIS MUÑOZ)

Por restar mientras que tú sumas.
Por llenarte de pájaros la mesa.
Por llevarte adonde no sabes salir.
Por castigarte sin hablar.
Por decirte: estás solo.
Porque le rindes cuentas.
Por preferir que cargues
con su dolor de siglos
cuando te sientes nuevo.
Por su imán descabellado.
Por la sed que produce
cuando finge ser agua.
Por su vida paralela.
Por hablarte
cuando quieres dormir.
Por su orgullo de bestia descarriada.
Porque mira a la muerte
con el rabo del ojo
cuando canta oh belleza.
Por no dar explicaciones.
Por suficiente.
Por insuficiente.
Por beberse la sombra de mañana.

lunes, 5 de agosto de 2013

La máquina de la libertad (Dan Pagis)


LA MÁQUINA DE LA LIBERTAD 
(POR DAN PAGIS)

En la jaula del blanco zorro siberiano,
distinguido prisionero,
han instalado la máquina de la libertad.

Es una rueda con forma de tambor de 30 pulgadas de diámetro,
con una llanta de 12 pulgadas de ancho;
en la llanta hay varillas para las patas,
el eje de la rueda está sujeto a la pared.

Cuando se aburre, el zorro siberiano
se mete allí
y se pone a correr.
La máquina de la libertad extiende
un vertiginoso sendero
para sus cuatrocientas patas
ligeras como el viento,
nostálgicas
de un norte más lejano.

Engrasan la rueda una vez a la semana.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 29 de julio de 2013

Matar la noche (Joseph Stroud)



MATAR LA NOCHE
(POR JOSEPH STROUD)

Estoy
en una taberna tomando tapas
y bebiendo una copa de vino,
oyendo a Pepe que me habla del estilo de vida español: Cada momento
debe ser saboreado
. Bebemos para hacer brillar la mente, no
para emborracharla
como esos alemanes de ayer: dos horas
y la noche había terminado para ellos. Son muy buenos
haciendo dinero, pero podemos enseñarles a gastarlo.



[Versión al castellano: JJD]

lunes, 22 de julio de 2013

Una pequeña entrevista

 Revista "Aire Nuestro", Bibliotecas Municipales de Burgos
nº 11, junio 2013, págs. 18-20.


1-      En el primer poema, “Frecuencias de onda corta”, haces ya una declaración de intenciones: Disponte a percibir las señales secretas/ que las cosas de la tierra emiten para ti. Así, nos descubres las palabras como asas que ponemos a las cosas para alcanzarlas, los recuerdos como piedras pómez que siempre suben a la superficie… En la mayoría de tus poemas juegas con las palabras y con la realidad, como esas fotografías en blanco y negro de Chema Madoz. ¿Esa sería la función del poeta, descubrirnos otra forma de ver el mundo?
José Ángel Valente decía que la poesía es un gran caer en la cuenta. Esa afirmación sigue alumbrando gran parte de mi posición de partida. La poesía es hija de la lentitud y el instante. Y permite detenernos en mitad de nuestro mundo vertiginoso para apreciar las pequeñas cosas de todos los días, esas que no aparecen en los periódicos y no por ello son menos importantes. La poesía es el periódico de lo aparentemente minúsculo y fugaz, pero que tanto nos define. Cada verso es un gran titular, cada poema una entrevista en exclusiva a todo cuanto sigue siendo misterioso e inexplicable.
2-      En muchos de tus poemas está presente la idea del cambio, del paso del tiempo, de no ser uno siempre el mismo con el paso de los años. Cambiamos nosotros con el tiempo, ¿cambian también los temas de interés?
Los temas literarios más esenciales (aquellos que, para entendernos, derivan del “quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos”) ya están todos “inventados”.  Mala suerte, alguien se nos adelantó con las patentes. Lo que sí cambia es el contexto de una época, sus matices, y, en consecuencia, el modo de afrontar esos temas. Y cambian las formas, claro. De todas formas me temo que, hoy más que nunca, sigue vigente aquello que decía André Gide: “Puede que todo esté dicho, pero como nadie escucha, hay volver a empezar de nuevo”. Y sí: es posible que, en tiempos de crisis como estos que nos asolan, la poesía (como el resto de las artes) haya trasladado su foco de atención de lo individual a lo social. No sé, falta todavía perspectiva para apreciarlo en su totalidad.
3-      Tratas el tema de la muerte. En algún lugar del mundo un árbol me espera./… Pero en su interior crece una caja para mí… es perturbador y, sin embargo, ¿nos equivocamos si no vemos temor a la muerte sino más bien aceptación?
Hay, evidentemente, más aceptación que temor en este poema. Si te soy sincero, en un primer momento quien paseaba por el bosque del poema no era Marina Tsvietáieva sino yo mismo. Luego acepté que no era muy sincero el poema, porque ante la idea de la muerte hay en mí más temor que otra cosa. De ahí que terminara dándole el papel protagonista a Marina y yo optara por situarme fuera de plano, entre bambalinas.
4-      El tono de tu poesía es muy reflexivo y sobre todo sencillo, escrito, como dices,  sin mayúsculas, nos evoca la poesía de Szymborska. ¿También fluye cierto humor?
Qué más quisiera yo que parecerme, siquiera a ratos, a Wislawa Szymborska. Pero de alguna manera, igual que ella, intento entenderme un poquito a mí y al mundo en el que estoy. Mal haría en explicarme dando rodeos innecesarios o enturbiando la voz hasta hacerla incomprensible. Mediana claridad ante todo, sí. ¿Humor? No sé. En dos o tres poemas de Frecuencias asoma cierta ironía, que es la forma más inteligente, aristocrática y sutil del humor.
5-      ¿Nos podrías explicar cómo surge la idea de un poema y como fragua después?
Sinceramente, no sé muy bien cómo funciona la máquina de hacer poemas. Como venía sin manual de instrucciones, sigue siendo un glorioso misterio. Si lo supiera, tendría más posibilidades de escribir poemas estupendos todos los días y no es el caso: surgen, casi milagrosamente, uno o dos de vez en cuando. A veces suelo tener una especie de vislumbre, un atisbo de epifanía (visual o conceptual) y luego confío en mi intuición y en unas pocas herramientas de taller mecánico para sacarle el máximo partido a lo que, sólo en apariencia, no lo tiene. 
6-      Solemos imaginar al poeta como una persona solitaria literariamente hablando, ¿ese sería tu caso o, por el contrario, sí que tienes relación con otros escritores?
Literariamente, el poeta nunca está solo: le acompaña y escolta toda una tradición poética. Así lo siento yo. La tradición es el cuartel de invierno adonde me retiro para descansar de las banalidades y las pugnas tribales de mis contemporáneos. Me voy al ayer de los demás para descansar de mi hoy. Allí, todas las mañanas, Emily Dickinson pone a hervir agua, Li Bo recoge hojas de té y Billy Collins busca un poco de azúcar. ¿Cómo no beber de la tradición antes de sentarse a escribir?
7-      ¿Podrías recomendarnos algún poeta que te interese?
Para no olvidar y enojar a alguno de mis contemporáneos españoles que pueda estar leyendo esto, mejor me voy lejos a buscarlos y ahora vuelvo: Adam Zagajewski, Charles Simic, Wislawa Szymborska, Mark Strand, Zbigniew Herbert, Tomasz Różycki, Fabián Casas, Valter Hugo Mãe, Lêdo Ivo, Antonio Cisneros, Jorge Boccanera, Rómulo Bustos… ¡Muchos!
8-      Ante una situación económica y social tan complicada como la que nos está tocando vivir, ¿qué papel juega la poesía?
Nunca la gente agudizó tanto su sentido poético (metonimias, juegos de palabras, contrasentidos) como hoy a la hora de levantar sus pancartas reivindicativas. Hace poco leí en una de esas proclamas: “No podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones al mismo tiempo”. Hay tanta verdad e inspiración en estas palabras como en el mejor poema de Maiakovski. La crisis va a hacer que despertemos al Quevedo que todos los españoles llevamos dentro. 
9-      Desde la biblioteca nos gusta preguntar a nuestros entrevistados si alguna vez han frecuentado o usan los servicios de alguna biblioteca.
Frecuento las bibliotecas públicas. Cumplen un papel fundamental en la vida cultural de un país y me escandaliza la posibilidad de que un día, como apéndice del sistema educativo que son (o debieran de ser), terminen también privatizándose para convertirse en un lujo exclusivista, en el gimnasio neuronal de unos pocos.
10-  ¿Nos podrías decir si tienes ahora algún proyecto entre manos?
Nada importante. El eterno proyecto de siempre: encontrar ese buen poema que me ayude a entender dónde estamos y, de rebote, me haga parecer mejor escritor pero también un inmodesto inaguantable.


lunes, 15 de julio de 2013

Cita con Sándor Weöres


El polvo se apresura; la piedra tiene tiempo.

martes, 9 de julio de 2013

La identidad paso a paso (un poema inédito de Sergio Algora)


LA IDENTIDAD PASO A PASO
(POR SERGIO ALGORA)

Apoyado en la ventana como lo estaría un retrasado mental sin familia,
es fácil decir: te amo, me rasco el alma
y duele la vida, huele a persona, llegaré muy lejos a mi cama,
ah! las estrellas.
--------------------Yo sólo soy un cuerpo caliente de papel de calco
y mi arte es la imitación y llegaré lejos siendo un buen autómata, un buen mono, un buen papagayo.

Bajo la descolorida carpa del cielo ensayan sus números y maquillajes los payasos insomnes.
En cualquier jaula busco a tientas una botella o se buscan mis manos.
Asco me das, mirón de la vejez de la ruina,
pederasta del alma arrojada a la taberna y al cuadrilátero,
eres como los demás y a mordiscos tendrás que explorar esta jungla que cada segundo cose de nuevo su rota virginidad.

Nada más venir al mundo la vida se nos abre de piernas.

lunes, 1 de julio de 2013

Un poema de Vera Pavlova


Un animal en invierno,
una planta en primavera,
un insecto en verano,
un pájaro en otoño.
El resto del tiempo soy una mujer.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 24 de junio de 2013

Primera Ley de la Termodinámica (Joseph Stroud)


PRIMERA LEY DE LA TERMODINÁMICA
(POR JOSEPH STROUD)

Fue un buen chico, así que cuando murió sus amigos cumplieron
su último deseo: el cuerpo fue incinerado y las cenizas introducidas
en cartuchos de escopeta. Atravesaron el bosque que tanto amó
y dispararon a discreción hacia los árboles: él caía por todas partes
en una lluvia polvorienta, en un polen de cenizas, antaño memoria
de un niño caminando bajo unos árboles que lo duchaban con sus hojas.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 17 de junio de 2013

En la tierra de Chandler (Dana Gioia)


EN LA TIERRA DE CHANDLER
(UN POEMA DE DANA GIOIA)

Noche en California. Un viento del demonio,
el Santa Ana, ruge proveniente del este,
atravesando el cañón como un borracho
que vociferase en un bar.
-------------------------El aire sabe igual
que la colilla de un cigarrillo. ¿Para qué lamentarse?
El tiempo es estupendo mientras no respires.
Apóyate en los muebles manchados de sudor,
con las luces apagadas, las ventanas cerradas ante la tormenta,
y bendice cuanto tengas.
-------------------------Otra noche en vela,
cuando cada rugosidad de la sábana te raspa
como una vieja hoja de afeitar en una mejilla quemada por el sol,
cuando hasta el whisky más añejo te sabe a arena,
y en las cocinas mujeres taciturnas recorren
con sus dedos los filos de un cuchillo
y miran de reojo los cuellos de sus esposos. Que tengan suerte.

Creo que si esta noche sacara las monedas
que llevo en el bolsillo y las lanzara al aire
brillarían por un instante como una red
que lentamente se sumergiera en las negras aguas.
--------------------------------------------------Recuerdo
los faros de los coches aparcados en la playa,
las delgadas luces disolviéndose en la oscura
superficie del lago, las discusiones sobre
formularios, el chisporroteo de la radio,
el cuerpo cubierto por una sábana yaciendo en la arena,
la red de arrastre todavía húmeda junto a él. No,
no era hermosa— pero a esa edad
la juventud en sí misma es una clase de belleza—
“¿Te ocupas bien de tus clientes, Marlowe?”

Sopla el viento implacablemente. En la casa vecina
los perros captan un rastro y rompen a aullar.
Escuálidos, furiosos, con los ojos irritados por la ventisca,
jaurías de coyotes bajan de las colinas
donde ya no queda nada que cazar.


[Versión al castellano: JJD]

lunes, 10 de junio de 2013

Presentación de "Al final", de Ana Muñoz


El viernes, 14 de junio,
a las 20:00 horas,

Virginia Martínez y Jesús Jiménez Domínguez
presentaremos

Al final,
libro de Ana Muñoz,

en la Librería Antígona
de Zaragoza

lunes, 3 de junio de 2013

Revista "Separata", desde México


El nº 40 de "Separata" (una muy peculiar revista de Querétaro, México) dedica su habitual sección de poesía a recoger media docena de poemas míos, pertenecientes a Fundido en negro (DVD, Barcelona, 2007) y Frecuencias (Visor, Madrid, 2012): “Quizás una de las características más notorias de la poesía de Jesús Jiménez Domínguez, poeta español que colabora en Manantial, sea la gran solidez y frescura con que maneja sus poemas. Nada de torcer el lenguaje; sin embargo en cada uno de sus poemas encontramos una sorpresa, ya sea desde un juego irónico, una crítica a la filosofía o bien la aparición de una verdad oculta que mucho tiene de la melancolía de Cervantes.”


lunes, 27 de mayo de 2013

Poemas en armenio


Siranush Karapetyan, a quien doy las gracias, ha traducido a su idioma (el armenio) algunos de mis poemas para el periódico literario Exegan Pox.

lunes, 20 de mayo de 2013

Tres en raya (Vilas, Petisme y Jiménez) en Valencia


 
jueves 23 de mayo
20:00 horas
 
 
“Tres en raya” (Ángel Petisme, Jesús Jiménez Domínguez  y Manuel Vilas).
 
Presentan: Xelo Candel y Begonya Pozo.     
Organiza: Aula de Poesía UV.
Colabora: C. M. Rector Peset.
 
Lugar: Sala de la Muralla.
C. M. Rector Peset (P. Horno de San Nicolás, 4). VALENCIA.
Entrada gratuita, aforo limitado.

lunes, 13 de mayo de 2013

"La ciudad y la rabia": Poesía en Zaragoza


Imagen Actividad
Teatro de las Esquinas
Vía Universitas 30-32 (ZARAGOZA)
Del 16 al 17 de Mayo de 2013


JUEVES 16 DE MAYO
20:00 horas
  • Espacio: La Farándula (Teatro de las Esquinas).
  • Lectura de poesía a cargo de Luis García Montero y Carlos Marzal.
  • Modera: Chus Visor.
  • Actuación en directo del rapero Lírico.
VIERNES 17 DE MAYO
20:00 horas
  • Espacio: Sala Cero (Teatro de las Esquinas).
  • Lectura de poesía a cargo de Antonio Lucas, Jesús Jiménez Domínguez y Joaquín Pérez Azaústre.
  • Modera: David Mayor.
23:00 horas
  • Lectura de poesía a cargo de Lola Mascarell, Ángel Petisme y Benjamín Prado.
  • Modera: Ignacio Tajahuerce.

lunes, 6 de mayo de 2013

Tres en Raya (Vilas, Petisme y Jiménez) en el Festival Internacional de Poesía de Granada

 
TRES EN RAYA:
ÁNGEL PETISME, MANUEL VILAS Y JESÚS JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ
JUEVES 9 DE MAYO
13:00 HORAS
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PASEO DE LA CARTUJA
GRANADA

lunes, 29 de abril de 2013

"Un árbol para Marina Tsvietáieva"


"Un árbol para Marina Tsvietáieva" es un poema incluido en mi libro Frecuencias (Visor, 2012).